El tema que tratas es universal, sólo que en algunas partes toleran mejor a los fotógrafos y no los ven como una amenaza. Yo trabajo en la calle en España y no es fácil, la gente teme las cámaras, ¿por qué? Por el mal uso que se ha dado y se da a las fotos. Por las noticias, que jamás hablan en positivo del oficio, sólo destacan casos criminales en los que están involucradas unas fotos. La gente no ve a los fotógrafos como "artistas" creando y disfrutando de la misma manera que pueden ver a un pintor. Si te paras delante de una mujer en el parque con un cuaderno y te dice que qué narices haces y respondes: "te estoy dibujando", es probable que recibas una sonrisa a cambio. Párate a hacer fotos a ver si te comprende. Yo siempre digo que es como un piropo, un elogio; me he fijado en ti porque me pareces interesante, en un mundo en el que a nadie le importa su vecino. Una cámara no es una pistola. Quizá sea que hay gente con malas intenciones y pagamos todos. En Marrakech no sé, habría que preguntárselo a su gente. Ser fotógrafo -de algo más que puestas de sol y aguas sedosas- es un oficio arriesgado.
estoy de acuerdo contigo, José. Y en Marrakech creo que es igual a lo que cuentas. La gente,en general, no tiene malas intenciones.Gracias por tu reflexión.
El tema que tratas es universal, sólo que en algunas partes toleran mejor a los fotógrafos y no los ven como una amenaza. Yo trabajo en la calle en España y no es fácil, la gente teme las cámaras, ¿por qué? Por el mal uso que se ha dado y se da a las fotos. Por las noticias, que jamás hablan en positivo del oficio, sólo destacan casos criminales en los que están involucradas unas fotos. La gente no ve a los fotógrafos como "artistas" creando y disfrutando de la misma manera que pueden ver a un pintor. Si te paras delante de una mujer en el parque con un cuaderno y te dice que qué narices haces y respondes: "te estoy dibujando", es probable que recibas una sonrisa a cambio. Párate a hacer fotos a ver si te comprende. Yo siempre digo que es como un piropo, un elogio; me he fijado en ti porque me pareces interesante, en un mundo en el que a nadie le importa su vecino. Una cámara no es una pistola. Quizá sea que hay gente con malas intenciones y pagamos todos. En Marrakech no sé, habría que preguntárselo a su gente. Ser fotógrafo -de algo más que puestas de sol y aguas sedosas- es un oficio arriesgado.
ResponderEliminarestoy de acuerdo contigo, José. Y en Marrakech creo que es igual a lo que cuentas. La gente,en general, no tiene malas intenciones.Gracias por tu reflexión.
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